Una gata callejera se adentró en una comisaría un día maullando en busca de ayuda y decidió hacerlo su hogar.
Esta hermosa gata carey debió de sentir que tenía una conexión con los agentes de esta comisaría en Pusan, Corea del Sur, ya que unos meses antes los había visto enterrar a sus gatitos que habían fallecido en un accidente de tráfico.
Cuando regresó, se encontró con los mismos agentes de servicio y pronto se dieron cuenta de que estaba nuevamente embarazada.
A los agentes les gustaba tenerla cerca y la llamaron “Molang”, que significa “no sé”.
Consideraron que este nombre era apropiado, ya que no tenían idea de cuántos años tenía ni de dónde venía.
Cuando llegó el momento de dar a luz, los agentes prepararon una “sala de parto” debajo del sofá para ella e incluso la ayudaron a cortar el cordón umbilical de los gatitos.
Tuvo en total cuatro gatitos y la comisaría se ha convertido en su hogar permanente.
Cada vez que llega un paquete a la comisaría, a los gatos les gusta tomar una siesta encima de ellos.
Esta amigable familia felina trabaja junto a los agentes de policía y los ayuda en su trabajo.
Todos en la comisaría se enamoraron de esta familia felina y se han convertido en las mascotas de la comisaría.
Reciben mucho cuidado, se les alimenta bien, disfrutan de mucho tiempo de juego y crecen en un entorno lleno de amor.
Y resulta que estos encantadores gatitos se han convertido en la primera familia de gatos de la policía en el país.
